sábado, 26 de abril de 2014

24. Una de odio

Odio esa manera que tienes de sacarme de quicio
Cuando sales de la ducha y dejas tu ropa por ahí tirada
Odio tu coherencia
Odio tu risa... es como el agua fresquita en verano
Odio tu mirada, tus labios, tus manos, tus pupilas
Y lo bien que te queda la camisa azul marino.

Que te metas conmigo y me hagas reír.
Que me achuches cuando tengo miedo.
Cuando me llamas preciosa,
o dices que soy lo único que llena tu mundo de sonrisas.

Odio tus pestañas, tupidas, rizadas, perfectas
Tus pulgares masajeando mi cuello
Tus yemas ondeando mi espalda.

Que me llames chula y te hagas el malote.
Que me tires besos desde lejos.
O canina, cuando muero de hambre... de ti.

Nuestra manta y tele
Y la forma en que te pones el mando cuando estás en el sofá,
- encimita del pecho -
Cuando me quedo dormida, y a, veces, me despiertas.
Odio tenderme en tu regazo
y ponerte las piernas por encima.

Detesto pasear contigo por el parque
y que tengas que volver a casa temprano
y que me dejes con las ganas.
y que te quiera un poco más.

No me gusta para nada, para nada en absoluto
que me entiendas, y me tiendas la mano cuando me caigo.
O que a tientas nos busquemos sin saber por qué.

Pero lo que más odio, lo que más odio en este mundo de ti...
es que te vayas...
Y me dejes tan pequeña en este mundo.

Porque sin ti una mota de polvo parece una eternidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Charla que te charla...