lunes, 21 de abril de 2014
19. Con la cara a medio ver
Ese estado de conmoción duró una mísera brevedad. Estaban por todas partes, con su rostro a medio ver. Pero ella con su color del fracaso no se atrevio mirar. Ni siquiera por el rabillo del ojo. Sabía que ninguno iba a llamarle la atención. Ninguno que desvistiera su cuerpo en la precisión de una mirada lasciva... Ninguno que oportunara la noche, ninguno que la llevara a la cama... Ni tampoco a cualquier lugar. No había nadie... Pero estaban todos... Con el rostro casi cubierto. Pero ella hoy no quería jugar...
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